La Izquierda

Cine y cultura en Santa Cruz

Desde hace unos años vemos como las Islas Canarias reciben un número importante de rodajes cinematográficos, incluidas grandes producciones. Dentro del municipio de Santa Cruz tuvimos el rodaje de una superproducción que colapsó durante semanas la normal circulación dentro de la ciudad. Nos sorprendió en ese momento las facilidades dadas por el ayuntamiento a ese rodaje por lo que es preciso apuntar algunas reflexiones acerca de la posición del ayuntamiento en la promoción de los rodajes dentro de Santa Cruz, la cultura y las industrias culturales.

Queremos dejar bien claro que estamos a favor de que acudan rodajes a nuestra capital, pero también nos gustaría que dichos rodajes dejasen beneficios en forma de trabajo y riqueza para el municipio más allá de los beneficios que pueda obtener para el sector terciario cuando las personas integrantes del equipo de rodaje pernoctan en hoteles del municipio. Nos gustaría que estos rodajes crearan puestos de trabajo de calidad, más allá de los ligados a contratación de figuración, que, de hecho, vienen a ser contratos de pocos días a personal no cualificado. Queremos que las profesionales del sector audiovisual local tengan la oportunidad de desarrollar su trabajo en su municipio y no se vean obligadas a emigrar en busca de trabajo, como ocurre en muchos otros sectores. En ese sentido se hace necesaria la elaboración de un listado de profesionales con experiencia a quienes las productoras locales o extranjeras puedan acudir, instrumento que debería crearse en el marco de la Tenerife Film Commission sin coste para las profesionales. Cabe señalar que las grandes producciones extranjeras suelen trasladarse aquí con su personal y material, por lo que sería deseable convencerlas de que en las islas, y en Santa Cruz, tenemos profesionales preparados para afrontar con éxito el trabajo en los diferentes departamentos de un rodaje; actualmente se recurre a personal canario básicamente en los puestos de menor cualificación por lo que aquellos que quieran progresar deben emigrar y, si logran desarrollarse en la península o el extranjero, regresar a trabajar a las islas. Son utilizados así por las productoras como personal local cuando, de echo, realizan su trabajo fuera de las islas hace tiempo. También se sufre la inmigración laboral utilizando la ley de forma torticera por parte de las producciones, empadronando a sus trabajadoras en las islas mientras le sea beneficioso para sus planes; ya sucedió en Alicante cuando se construyó la Ciudad de la Luz y sucede aquí hasta que encuentren un lugar en que los beneficios sean mayores.

Asimismo sería deseable que este repentino descubrimiento de las bondades de los rodajes en nuestro municipio no solo sirviera para atraer grandes producciones del exterior sino para desarrollar la industria local fomentando y facilitando los rodajes de producciones canarias en general y de empresas y profesionales de Santa Cruz en particular. El ayuntamiento, pues, debería servir de correa de transmisión para unir los deseos de las profesionales y de las posibles empresas inversoras, amén de eliminar la maraña burocrática que supone la petición de permisos de rodaje y recursos del ayuntamiento. Es frustrante constatar las facilidades dadas a grandes compañías internacionales y lo complicado que resulta a pequeñas producciones conseguir permisos y recursos.

Recordamos los muchos instrumentos fiscales que el gobierno de Canarias ha implementado para el mundo audiovisual y señalamos que el Ayuntamiento podría ser el conector perfecto entre el empresariado que quiera invertir y las profesionales y empresas audiovisuales con proyectos que están deseosos de encontrar inversores.

Existen diversas formas para hacer esto realidad, que se deben estudiar a fin de dar con la más beneficiosa para todas las partes.

Pero creemos que deberíamos ir más allá y luchar porque la cultura y las industrias culturales fuesen uno de los motores para la recuperación del empleo en nuestro municipio. Santa Cruz posee una características fantásticas para poder desarrollar todo tipo de eventos y actuaciones culturales en todas las épocas del año, actuaciones que deberían ir ligadas a la recuperación de la ciudad para la ciudadanía y también para el turismo, ofreciendo así una ciudad abierta y culturalmente dinámica y un municipio líder en creación cultural. Creemos que esta concepción de ciudad nos haría abandonar los primeros puestos en paro y analfabetismo a nivel europeo y que esa labor la debe asumir el ayuntamiento. No es cuestión de recursos, sino de voluntad política y capacidad de aunar a los sectores implicados para un resurgimiento cultural de Santa Cruz.

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El autor

Patrick Bencomo Weber

Patrick Bencomo Weber

Cineasta, ayudante de dirección. Ha trabajado en multitud de producciones cinematográficas, entre las que destaca la reciente La Isla del Viento, de Manuel Menchón.