El portavoz de Izquierda Unida en Santa Cruz reprocha a Coalición Canaria sus tretas publicitarias que al final quedan en nada

Ramón Trujillo, concejal de Izquierda Unida Canaria (IUC) en Santa Cruz de Tenerife, afirma que cuando, el pasado mes de junio, Coalición Canaria anunció que estudiaba la compra de la sede central de Cajacanarias “se trataba de un farol que, no obstante, fue ampliamente publicitado”.

El portavoz de IUC señala que, en una reciente Comisión de Control, el grupo de Gobierno le indicó que La Caixa ya no estaba dispuesta a vender el edificio que supuestamente podría ser puesto a disposición de una facultad de la Universidad de La Laguna.

Según declaró el alcalde, si la Universidad trasladaba a la capital una facultad, “sería un gran espaldarazo al comercio santacrucero”. Algo que, seguramente, se derivaría del enorme poder adquisitivo del estudiantado universitario.

Pero, para Trujillo, lo que no encaja es el coste que hubiera tenido la operación. Si, por ejemplo, el precio por metro cuadrado hubiera igualado los 1.712 euros por los que el empresario Carlos Plasencia ofrecía recientemente un edificio al Cabildo, entonces el precio de esa sede habría alcanzado los 56,4 millones de euros. Se trata de una cuantía con la que, por ejemplo, se podría costear la construcción de 753 viviendas.   

El edil progresista afirma que no es creíble que se asumiera un gasto tan grande simplemente para ubicar una facultad que ya tiene edificio que la acoja en La Laguna. Se hubiera tratado de un gasto tan desproporcionado y absurdo que habría sido excesivo hasta para Coalición Canaria.

Trujillo considera que se trató de una operación publicitaria en la que el gobierno local logró una gran visibilidad mediática con una propuesta aparentemente constructiva y positiva. Pero la propuesta luego desaparecería del menú electoral coalicionero, tras dejar percepciones positivas inidentificables en buena parte de los cerebros afectados por la treta ultraperiférica.