El Ayuntamiento dejará en manos de una empresa multinacional los 21 millones del contrato de limpieza
Izquierda Unida en Santa Cruz pidió trocearlo para favorecer a las pequeñas empresas canarias
Es el contrato más grande del Ayuntamiento de Santa Cruz. El servicio de limpieza de la ciudad se come al año la friolera de 21 millones de euros del presupuesto municipal, y ahora estará en manos de una multinacional. Se trata de la china Tianying (CNTY), a la que Florentino Pérez (dueño del Real Madrid y dueño de Urbaser) vendió la empresa que gestiona la basura en más de 50 ciudades españolas, incluida Santa Cruz de Tenerife.
¿Pero es necesaria una multinacional extranjera para limpiar nuestras calles? Izquierda Unida Canaria cree que no y ha planteado dividir el contrato en lotes para que las empresas canarias puedan competir en igualdad de condiciones.
Pero esta no es una idea nueva ni nuestra. La Unión Europea, sabedora de que gran parte de la economía del continente se basa en la empresa familiar y en las pequeñas y medianas empresas, aprobó hace tres años la directiva 2014/24 donde se plantea que los grandes contratos de las administraciones locales puedan “trocearse” para favorecer las posibilidades de participación de las Pymes.
La norma fue aprobada precisamente para favorecer las economías locales, duramente golpeadas por la crisis de 2008, y en uno de sus artículos exige a las administraciones que no lo hagan explicar el por qué. El Ayuntamiento de Santa Cruz ni ha intentado dividir el contrato ni ha explicado a la Unión Europea por qué no lo ha hecho.
“El alcalde de Coalición Canaria, José Manuel Bermúdez, ha optado clarísimamente por las multinacionales en contra de las pequeñas y medianas empresas canarias y de Tenerife”, explica nuestro concejal en Santa Cruz, Ramón Trujillo, que advirtió al equipo de Gobierno que Izquierda Unida no descarta “denunciar” el contrato por considerarlo contrario a los intereses de nuestro tejido económico.
La división en lotes del contrato de limpieza ya ha sido adoptada por varios ayuntamientos españoles. Lo ha hecho el de Madrid y el de Valladolid, contado con empresas locales capaces de cubrir los distintos servicios.
Izquierda Unida apoya este modelo de contrato porque además abre opciones reales a la remunicipalización. Ramón Trujillo afirma que ahora mismo se dan las “condiciones objetivas” para una gestión directa en manos del ayuntamiento, porque la empresa saliente entregaría todos los vehículos, la maquinaria y todos los recursos a la corporación y pasarían a ser propiedad de la ciudad”.
El concejal progresista ve “llamativo” que sea precisamente Coalición Canaria (CC) el partido que aprueba una decisión tan perjudicial para el tejido empresarial de las Islas. “Un gobierno que agita la bandera del nacionalismo cuando realmente lo que está agitando es la bandera de la conveniencia de las multinacionales”.
Con esta decisión, los “nacionalistas” de CC le siguen el juego al Partido Popular en su guerra contra la autonomía de los ayuntamientos para decidir en qué y dónde emplean el dinero de las arcas municipales. Primero fue la llamada “regla de gasto” que puso en marcha el controvertido ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para impedir a las corporaciones locales gastar a partir de un tope, aunque tengan dinero disponible. Y ahora es la disposición adicional nº7 de los Presupuestos generales del Estado, que pone serias trabas a los municipios para contratar a trabajadores y trabajadoras de las empresas remunicipalizadas.
Para Ramón Trujillo, el Partido Popular quiere acabar con los procesos de remunicipalización exitosos que están llevando a cabo ayuntamientos como el de Madrid porque en la privatización de servicios como la gestión del agua o la limpieza es donde ha encontrado el filón de la corrupción.
La privatización nos cuesta 2’5 millones anuales
Privatizar es el verbo preferido del Partido Popular, y sus socios “nacionalistas” de Coalición Canaria están empezando a conjugarlo. La privatización no sólo supone gastar más, también supone gastar peor. Un ejemplo claro es la cifra que ahorraría la ciudad de Santa Cruz si el servicio de limpieza volviera a ser explotado por el Ayuntamiento.
La remunicipalización permitiría un ahorro de 2’5 millones de euros al año o lo que es lo mismo, el servicio de limpieza en manos privadas nos cuesta 2’5 millones de euros al año más caro. Una cifra que supone el coste bruto de 100 puestos de trabajo “bien remunerados”, como ha recordado el concejal de IUC en Santa Cruz, Ramón Trujillo.
Esos casi 3 millones de euros son la suma de 6% de beneficio industrial sobre los precios del servicio más el IGIC, que son los dos conceptos que se pagan sólo si el servicio es privatizado y nunca cuando la gestión de directa.
Las cifras demuestran que cuando se privatiza se opta por una gestión que es más cara y se pierden oportunidades para invertir en mejorar las condiciones de vida y en generar empleo.
Reportaje publicado en el número 01 de la revista Santa Cruz decerca. Léelo aquí