Ramón Trujillo, concejal de Izquierda Unida Canaria (IUC) en Santa Cruz de Tenerife, preguntará en el pleno municipal del próximo viernes cómo se garantizará un entorno simbólico aconfesional, para quienes así lo deseen, cuando la próxima corporación municipal tome posesión, en 2019. Trujillo afirma que, en 2015, no se le permitió tomar posesión sin la presencia de una cruz cristiana y que tal circunstancia no debiera volver a repetirse.

El portavoz municipal de IUC rechaza la imposición de un marco simbólico confesional en las tomas de posesión de cargos públicos y, asimismo, ve preocupante la reapropiación confesional del espacio institucional público que está haciendo Coalición Canaria, en el Cabildo de Tenerife, con su idea de hacer presidenta honoraria a la Virgen de Candelaria. Por una parte, la primera presidenta del Cabildo va a ser sólo presidenta honoraria y, por otra, se va a involucrar a la institución pública en la promoción de una confesión concreta.

Trujillo considera que, ni el Estado debe meterse en el espacio de la religión, ni la religión debe meterse en el espacio del Estado. Las instituciones del Estado no deben promover símbolos religiosos que reflejan creencias particulares ajenas a los criterios que articulan las normas de la convivencia democrática.

Para el portavoz de IUC, el hecho de que los creyentes de una misma confesión voten a partidos distintos muestra cómo, pese a tener las mismas creencias, conciben la política separada de la religión. Tener la misma religión no supone querer la misma política. Por eso es fundamental separar el espacio de las convicciones personales del espacio institucional que establece las normas de convivencia.